Que Creemos
Declaración Doctrinal
Sección 1 – La Inspiración Verbal de las Escrituras
– Creemos en la inspiración infalible de la Palabra de Dios. Aceptamos el manuscrito del Textus Receptus como el material de fundamento de donde derivamos la Biblia Reina Valera 1960 y la Biblia King James 1611. Creemos que la Biblia Reina Valera 1960 es la Palabra de Dios inerrante, preservada, infalible e inspirada para la gente de habla hispana y la Biblia King James es la Palabra de Dios inerrante, preservada, infalible e inspirada para la gente de habla inglesa. Autores humanos divinamente inspirados por el Espíritu Santo, escribieron el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia. (Salmo 119:89; Juan 10:35; II Timoteo 3:16; II Pedro 1:19-21)​
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Sección 2 – El Relato de la Creación de Génesis
– Creemos que el relato de la creación de Génesis, y que lo que una persona cree sobre su origen determinará su filosofía de vida. Creemos que la creación fue un acto directo de Dios, lo cual incluye días literales, y que fue instantánea y milagrosa. Creemos que el hombre fue creado a la imagen de Dios y que todo se reproduce “según su género.” (Génesis 1:1; Job 26:7; Salmo 33:6, 9; Juan 1:3; Colosenses 1:17)
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Sección 3 – La Trinidad
– Creemos que Dios es una persona, eternamente existente. Hay sólo un verdadero Dios que existe en la unidad de la Deidad. Hay tres personas eternas que coexisten; Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. Son iguales en substancia, pero distintos en subsistencia. Hay una Deidad compuesta de tres personas quienes son iguales en atributos, poder, características y deseos. (Mateo 28:19; Hechos 5:1-3; Romanos 1:7; Hebreos 1:8; I Corintios 8:6)
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Sección 4 – La Deidad
– Creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios por Su carácter, Sus milagros, Su influencia, Su poder para perdonar pecados y liberar personas de Satanás y porque Él clamó serlo y murió clamándolo y resucitó victorioso de la muerte. (Mateo 26:63; Marcos 12:6; Juan 1:1; 5:22, 23; 14:9; 20:28; Hebreos 1:8; Romanos 9:5; I Juan 5:1-5)
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Sección 5 – El Nacimiento Virginal
– Creemos que Jesucristo fue concebido del Espíritu Santo y nació en una manera milagrosa de María, una virgen, como ninguna otra persona ha nacido antes ni pueda jamás nacer de una mujer. Él es ambos, el Hijo de Dios y el Dios Hijo. (Isaías 7:14; Mateo 1:20; Lucas 1:30-35)
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Sección 6 – La Muerte Vicaria de Cristo
– Jesús tomó el lugar del pecador salvo, llevó sus pecados, pagó la paga del pecado por medio de Su muerte vicaria por todos los hombres. Jesús satisfizo la ley, convirtiéndose en nuestro sustituto aceptable. Su justicia, o Sus acciones justas, es imputada en nosotros por fe. Por lo tanto, nosotros por medio de Él hemos guardado la ley. En lugar de simplemente cubrir los pecados del hombre, la sangre de Cristo limpia al hombre de sus pecados. (Isaías 53:5; Mateo 26:28; Hechos 20:28; II Corintios 5:21; Hebreos 9:28; I Pedro 3:18)
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Sección 7 – Salvación por Gracia por medio de la Fe
– El sacrificio de Jesús es la única base de la salvación, el único medio de reconciliación y el único fundamento de justificación. Creemos que ningún hombre puede llegar a Dios excepto por medio de Jesucristo. Retenemos y creemos muchas verdades importantes, pero la más importante para cada individuo es la salvación personal de su alma. El orden de Dios es salvación, y luego las obras. (Juan 12:46; 20:31; Hechos 4:12; Romanos 10:9; Efesios 2:9, 10; I Tesalonicenses 5:9; Tito 3:5-8; Hebreos 5:9)
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Sección 8 – El Cielo y el Infierno
– Creemos que el Cielo y el Infierno son lugares literales, físicos y reales. El Cielo es un lugar de belleza y gloria indescriptible, así como el Infierno es un lugar de tormento y castigo indescriptible. A través de toda la eternidad El Cielo es la eterna morada final de los salvos, y el Infierno es la eterna morada final de los perdidos incluyendo separación total de Dios. (Isaías 33: 14; Daniel 7:10; Mateo 6:20; 13:42; Lucas 10:20; Juan 14:2; Apocalipsis 14:10)
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Sección 9 – La Depravación
– Por naturaleza, el hombre es malvado y corrupto. Todos están bajo el pecado. Romanos 3:10 prueba que todos de la misma manera están bajo el pecado en una condición no regenerada. (Génesis 6:5; Job 15:16; Salmo 14:3; Isaías 1:6; Jeremías 16:12; Mateo 23:27; Romanos 1:24; II Pedro 2:12)
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Sección 10 – El Espíritu Santo
– El Espíritu Santo no es autor de confusión tocante al movimiento de lenguas en esta era de la iglesia. El Espíritu Santo ministra al Cristiano. Él regenera, bautiza, (no de agua), mora en, sella y llena al creyente. El creyente no obtiene más del Espíritu Santo, sino que el Espíritu Santo obtiene más del creyente. Por lo tanto, estos ministerios del Espíritu Santo suceden instantáneamente en el creyente. Todos ocurren por fe y no dependen en ninguna manera de los sentimientos emocionales de una persona en el momento. (Hechos 2:4; Romanos 5:3-4; I Corintios 3:16; 14:33; II Corintios 1:22; Tito 3:5)
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Sección 11 – La Separación del Mundo
– Creemos que todos los salvos son llamados a una vida de separación de las prácticas mundanas y pecaminosas. Una persona, una vez haya aceptado a Cristo como Salvador, es una nueva criatura en Cristo y debe vivir una vida santa y consagrada. Él debe separarse a sí mismo del mundo y de todos sus deseos en obediencia al mandato de Dios. (Romanos 12:1-2; II Corintios 5:17; 6:14-18; Colosenses 2:6; II Timoteo 2:19; I Pedro 2:9; I Juan 2:15-17)
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Sección 12 – El Arrebatamiento y la Segunda Venida
– El Señor Jesucristo mismo viene en el aire en cualquier momento para arrebatar a todos aquellos que le reciben como Salvador. Los salvos de todas las edades comparecerán ante el Tribunal de Cristo y gozarán de la Cena de las Bodas del Cordero. Creemos en el regreso (Segunda venida) personal, corporal, visible, pre-milenial, de Cristo. Esos dejados atrás pasarán por un período llamado la Tribulación, después del cual Cristo mismo regresará a la tierra a establecer Su reino de justicia por mil años. Después de esto, los incrédulos de todas las edades comparecerán ante el Juicio del Gran Trono Blanco para ser juzgados y lanzados al Lago de Fuego, separados de Dios para siempre, mientras que los creyentes pasarán a la eternidad en completo gozo en el Cielo con el Señor. (Mateo 24:42; 25:31-34; Hechos 1:11; I Tesalonicenses 4:16-18; Apocalipsis 19:11; 20:15)
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Sección 13 – El Bautismo y la Cena del Señor
– Creemos que hay dos ordenanzas de la iglesia local. Son el bautismo y la Cena del Señor. El bautismo Bíblico es la inmersión de los creyentes en agua, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, administrado por la autoridad de la Iglesia del Nuevo Testamento y es un requisito para la membresía de la iglesia y para participar de la Cena del Señor. La Cena del Señor es una ordenanza de la iglesia local para los miembros hacer memoria e individualmente examinarse en acuerdo a la enseñanza de I Corintios 11:17-34. El pan sin levadura y el fruto de la vid, jugo de uva, son para conmemorar la muerte amorosa de Cristo. Esto es una ordenanza de la iglesia local. Nuestra iglesia le extiende la invitación a miembros de otras iglesias de la misma fe y práctica que estén visitando nuestra iglesia cuando estamos teniendo la Cena del Señor a participar de la Cena del Señor si así lo desean.
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Sección 14 – El Diablo o Satanás
– Creemos en la personalidad de Satanás; que él es el dios de este mundo, cegándoles las mentes de aquellos que no creen, y el autor de todos los poderes de las tinieblas. Creemos que Satanás fue antes santo, y gozaba de los honores celestiales. Pero, a través del orgullo y la ambición de ser como el Altísimo, él cayó y se llevó consigo una hueste de ángeles. Satanás es el autor de todas las religiones falsas, el principado de la tinieblas, destinado, sin embargo, al juicio de un eterno Infierno, un lugar preparado para él y sus ángeles. (Isaías 14:12-15; Ezequiel 28:14-17; Mateo 4:1-3; II Corintios 4:3-4; I Pedro 5:8; Apocalipsis 20:1-3; 10)
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Sección 15 – La Resurrección
– Creemos en la resurrección corporal de nuestro Señor Jesucristo. Él resucitó corporalmente “al tercer día de acuerdo a las Escrituras” de la tumba, ascendió corporalmente a los Cielos, y por medio de Su resurrección una esperanza segura de inmortalidad y vida eterna le es dada a todos los salvos por Su gracia. Él está a la diestra de Dios como nuestro “Mediador, Sumo Sacerdote misericordioso y fiel y abogado.” (Lucas 24:1-7; Juan 20; Romanos 4:25; I Corintios 15:12-28; Hebreos 9:24; I Juan 2:2)
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Sección 16 – La Seguridad Eterna
– Creemos en la seguridad eterna de todos los creyentes en nuestro Señor Jesucristo. Una persona que ha nacido otra vez tiene vida eterna, la cual nunca termina ni se le puede quitar. Salvos para siempre, los hijos de Dios son guardados por el poder de Dios mediante la fe para la salvación eterna y sellados hasta el día de la redención. (Juan 5:24; 10:27-30; Romanos 8:35-39; Efesios 4:30; I Pedro 1:5)
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Sección 17 – El Ganar Almas y Las Misiones
– Creemos que la Gran Comisión para evangelizar al mundo fue dada a la iglesia por nuestro Salvador resucitado y que esta evangelización es la misión de la iglesia. La gran Comisión fue dada a la iglesia local, quien fue ordenada a “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Cristo ordenó a Su iglesia a “haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.” (Mateo 28:19-20; Marcos 16:15; Juan 20:21; Hechos 1:8)
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Sección 18 – La Santificación
– Creemos que la santificación es una separación personal de las cosas que son inmundas a las cosas que son santas, limpias y sagradas. La santificación es una obra progresiva que comienza en la regeneración y continuada en los corazones de los creyentes por la presencia y el poder del Espíritu Santo. La santificación del creyente será completada en la venida de nuestro Señor Jesucristo. El alma y el espíritu son santificados en la salvación. El cuerpo será santificado en gloria. (Romanos 8:5; I Corintios 6:11; II Corintios 3:18; I Tesalonicenses 4:1-10, 5:23; II Tesalonicenses 2:13; II Pedro 3:18)
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Sección 19 – La iglesia Local
– Creemos que una iglesia Bíblica es una iglesia visible de creyentes bautizados, reunidos bajo la enseñanza del Nuevo Testamento con el propósito de llevar a cabo la Gran Comisión, con un historial continuo del ministerio personal de Jesús en la tierra hasta el día presente. Esta iglesia es un cuerpo auto-gobernado, independiente teniendo a Cristo como la cabeza, al Espíritu Santo como su guía, y la Biblia como la única regla de fe y práctica. Los únicos oficios Bíblicos de la iglesia son el Obispo (o Pastor) y los Diáconos. Las dos ordenanzas de la iglesia local son el bautismo y la Cena del Señor. En todos los asuntos de la membresía, constitución, gobierno, disciplina, o benevolencia, etc., la decisión de la iglesia es final. (Marcos 16:15; Hechos 20:17-20; Efesios 1:22-23; I Timoteo 3; Tito 1)